martes, marzo 29, 2005

Libertad para morir

Hoy, sin mucho que hacer al mediodía, me mandé mudar al cine y vi por fin Mar adentro; no que le tenga mucho cariño a la obra de Amenabar pero, en fin.

Me llegó. La película hace una descarada apología en favor de la eutanasia, tan mal llevada que llegas a sentir como quieren manipular tu opinión (es eso o mi paranoia habitual). Si no hubiese sido tan obvia al mostrar como ignorantes y retrógradas a quienes se oponían al suicidio asistido, y por el contrario, tan elegantes y sofisticados a quienes lo favorecian (estimada Terry Schiavo, ya sabes lo que te espera cuando hagan tu película); si no pecara tanto en su arbitrariedad quizá me hubiera gustado más el todo.
La película es un poco sosa en algunas partes, con algunas situaciones que no aportan nada, y francamente toda la situación de "romance" entre Sampedro y su abogada fueron bastante incómodas de ver, se sentía errado.
Claro, no todo fue negativo. Mar adentro tiene muy buenas actuaciones, eso sí. Y de hecho hay algunos momentos de la película que me gustaron bastante, más por la puesta en escena que por otra cosa:
- La primera vez que se ve a Ramón Sampedro soñando, cuando corre hacia su ventana y vuela por sobre los árboles, a través de bosques y montañas, hasta llegar al mar, mientras se oye como música de fondo el Nessun Dorma (de la opera Turandot, preciosa).
- La secuencia en que Ramón Sampedro narra que durante su accidente vio pasar toda su vida y se muestran una sucesión de fotos de la juventud del protagonista que la abogada está observando.
- La secuencia en que vemos desde la perspectiva de Ramón como pasan los días con su familia y sus amigos, como si lo viéramos directo de sus ojos, la cámara se mueve desde un mismo ángulo hacia un lado y hacia otro.

Uno ya conoce el desenlace de la historia, no hay novedades allí.

En fin, la película no es mala, quizá me decepcionó un poco por que esperaba algo más oscuro o... no sé. Ya lo dije, no soy fanático de Amenabar.

2 comentarios:

Mamá de 2 dijo...

La verdad que sí, si te descuidas y olvidas que el guión está hecho por ALGUIEN que quiere conseguir ALGO, te acabas creyendo lo buenos que son los que apoyan a Sampedro... En todo caso, ha de ser bien frustrante eso de querer suicidarte y no poder, pues simplemente ni siquiera te mueves.
Aparte, la peli está muy bien hecha. Al igual que tú, pienso que su romance con la abogada estaba bien forzado, pero de todos modos no se me hizo tan tirado de los pelos. Quizás habría sido bueno verla antes de leer la crítica de "La Capellanía informa", porque me suena familiar lo que dices, jejejejejeje... Yo la leí después de ver la pela. Es que ya sé cómo es esto.
Salut!

Angel dijo...

¿Y que hacía toda esa gente bien en un cine club? ¡Debemos hacer respetar nuestros espacios marginales!

Me fastidia darle la razón a "La Capellanía informa", pero hubiera opinado igual aunque no la hubiese leido. Lo que le critico a la película no es que sea pro-eutanasia (que sí lo hace la capellania), sino que es muy facilista en su modo de convencer, muy light.

Y si es cuestión de suicidarse siendo cuadripléjico, pues te arrancas la lengua de un mordisco y te mueres desangrado (cómo cunde el mal ejemplo de Tomoe), fin.