lunes, febrero 28, 2005

Smells funny...

Desde hace una semana, durante la madrugada, un olor penetrante desciende por las calles de mi ciudad, un hedor como el del líquido al fondo de las bolsas de basura o el del pescado en descomposición.

Cada madrugada, mientras el reloj va marcando las tres de la mañana y las delicadas narices sullaneras dormitan, el desagradable olor invade cada rincón de cada cuarto de cada casa, lo que probablemente no quite el sueño a nadie, excepto a mi, el noctámbulo autor de este humilde blog, quien se sopla a diario media hora de estos aires mezcla de Chimbote con desagüe parisino en 1890... y aún no estoy seguro si media hora es lo que dura su presencia o si es el tiempo que le toma a mi sistema olfativo morirse por sobreexposición a substancias nocivas.

Y es aquí donde levanto mi dedo acusador y digo: ¿quiénes son los culpables de esta abominación?. Pues en mi febril y paranoica mente ha surgido una "teoria":

Digamos que existe una empresa X, dedicada al negocio de la producción de harina de pescado, y decide abrir una planta procesadora a las "afueras" (detesto esa palabra) de esta ciudad. Al hacerlo empieza a contaminar el aire de la zona con la emisión de gases hediondos y poco a poco empiezan a minar la calidad de vida en dicha ciudad, aparte de reducir el turismo, la gente se queja ¿que hacen las autoridades? no botarían a la empresa ni en un millón de años pues es una fuente de ingresos con la que cuentan para cubrir sus malversaciones... entonces nos meten cabeza, deja de haber un constante mal olor y nos hacen creer que el problema de las emisiones ha sido solucionado, y la gente se la traga, a pesar que alrededor de la planta sigue apestando a perro muerto y que el lugar se ha convertido en un nuevo habitat para los gallinazos. Lo que no sabe la gente es que en la planta sólo han modificado su horario de trabajo, y que ahora trabajan un poco más tarde para intoxicarnos mientras dormimos. Lindos ellos.

A lo mejor suene descabellado, especialmente si tomamos en cuenta que el 100% de lo dicho son puras elucubraciones mías ¡ni siquiera estoy seguro de que haya una planta procesadora de harina de pescado en mi ciudad! como sea, el olor es real, y mi fastidio también. Tal vez deba hacer como los demás y acostarme más temprano, total, ya lo dice el dicho: nariz que no huele, corazón que no siente, ¿no?

No hay comentarios.: