domingo, junio 12, 2005

Moco de pavo

Estoy algo resfriado, me arde un poco la garganta y tengo la campanilla tan inflamada que mi madre teme pueda ahogarme durante la noche (se me ha descolgado como moco de pavo).

No suelo enfermarme. Por eso este tipo de cosas realmente desbalancean mi modus vivendi (no puedo beber cosas heladas, no puedo bañarme a la una de la mañana, ni dormir con las ventanas abiertas...). Y me jode aún más porque le da motivo a mi señor padre para recordarme lo frágil que puede ser la salud y lo necesario que es tener seguro social y que debo tener un trabajo decente que por lo menos me permita cubrir cualquier emergencia y todas esas cosas que los papás suelen decir para concientizarnos de lo jodidos que vamos a estar cuando ellos ya no estén. Y sólo consigue ponerme de mal humor y detestar el modo en que se funciona el mundo y jurarme una y otra vez que no, que no voy a tener familia, que no quiero la responsabilidad, que no me provoca, que hallaré otra forma de trascender que no sea a través de mi descendencia.

Pero ya, basta de lloriqueos de chibolo pseudo rebelde.

Ayer me la pasé toda la mañana en casa, disfrutando un sábado gris y luminoso, corrigiendo algunos textos en la compu para publicarlos en Magenta y bajando canciones de The Eagles (le estoy dando duro a I can't tell you why). Tan entretenido estaba en eso que no recordé que tenía reunión con los pensamiento profano y que de hecho la reunión sería en mi casa. Y los infelices son puntuales, que joda. El tema de la reunión sería Poesía y anti-poesía, pero terminamos hablando de homosexualidad, suicidio, de madenegri y agnosticismo. Al finalizar, tuvimos los comentarios de la más reciente integrante del grupo quién nos compartió la impresión que se había llevado de cada uno (resulta que soy el más antisocial y el más inteligente, que se lo diga a mis profesores a ver si le creen).

Como la reunión estuvo interesante decidimos seguirla con algo de alcohol de por medio, así que fuimos a abastecernos. La gente andaba misioma, y la chanchita no era algo para enorgullecerse. No nos quedó otra opción más que comprar -me da vergüenza decirlo- ... un par de puntos G...

Volvimos a mi casa con el trago y una súper bolsa de chifles para picar. De la reunión en sí no hay mucho que comentar salvo el que, en un momento, decidimos poner a prueba unas teorías sobre poder mental y sugestión. Cuatro personas levantaban al mismo tiempo -con dos dedos- a una quinta, sentada en una silla. Al primer intento no resultó, pero luego pudimos hacerlo y luego una vez más. Desde mi escéptica cabeza no me pareció tan descabellado que entre cuatro personas se pudiese levantar 70 kilos, que distribuidos entre todos se hacían 17 kilos y medio por persona. Nada del otro mundo. Pero los chicos se quedaron contentos.

Y así con la reunión de anoche. La pésima calidad del trago puede comprobarse en la resaca estupidizante que ocasiona al día siguiente; un malestar medio cojudo que sumado a la gripe no me ha dejado hacer nada en todo el día.

En fin, me ha quedado un poco extenso el post pero... que más da. El 10 de junio este blog cumplió un año de existencia, lleno de altibajos (más bajos que altis) pero ahí seguimos, dándole. Le dedicaré la tranca de anoche y las que vienen esta semana (el cumple de Angelita). Salud blogcito! gracias por ayudarme a exorcisar los demonios internos (y algunos externos). Nos vemos luego.

1 comentario:

Angel dijo...

Gracias por el dato.
A ver si lo celebro con un día de retraso :) (cualquier motivo es bueno).