domingo, marzo 12, 2006

Ausencia de voluntad

Me va a dar algo, estoy seguro que me va a dar algo. Mi fuerza de voluntad anda de capa caida por estos días y eso ha llevado a un desbalance fenomenal en mi dieta y por ende en mi organismo.

El pasado viernes 3 de marzo me tragué junto a Nicky un pollo broster enterito, celebrando su cumpleaños (el de Nicky, no el del pollo, aunque uno nunca sabe). Enterito, cerdos de porquería, con papas, mayonesa y todo el menjunje. Nicky había dicho que iba a tirar la casa por la ventana (no se cumplen 25 todos los días) y que me iba a hacer bailar perreo en venganza por el karaoke que hizo en mi cumpleaños, pero, para mi suerte, su abuelita murió unos días antes. Considerado como es, Nicky cambió sus planes y nos llevó a los que nos acordamos de su cumple a comer pollo; luego a su casa, a empujarnos litro tras litro un jarrón/balde de sangría. No vomité nomás de puro borracho, la conciencia no me dió ni para eso.

Al día siguiente Claudia cayó por mi casa y preparamos un cerro de tequeños rellenos con pedacitos de hotdog, para luego tirarnos a ver películas y a monguear toda la tarde junto a una Coca-cola de dos litros. Horas después cayó también Angela, poco antes de que Claudia regresase a Piura, y aunque ya no pudo disfrutar de los tequeños (porque ya nos los habíamos tragado viendo "El Ente") se abrochó con el chifa que mis papás compraron para la cena. Ah, pero no quedó ahí, le dije a Angelilla ¿vemos peli? y ella Ya, pero hácemos canchita primero, y con un fuentón de canchita en mano, subimos a ver "The Rocky Horror Picture Show" y luego "El Graduado" (fue un buen sábado ahora que lo pienso).

Dos días después caí enfermo, con una gripe de esas que duele la garganta cuando pasas, y no se me ocurrió mejor solución que conseguirme algo de vitamina C de la mismísima fuente, es decir, me abrí un paquete de gelatina lista para preparar y -precedido por mi fiel cucharita- empecé a tragar y tragar hasta terminarme el equivalente de quince porciones de gelatina en polvo. Varios días después aún tenía la lengua rojísima y sudaba con olor a frutilla...

Ya que el experimento con la gelatina fue un completo fracaso y puesto que aún seguía enfermo y hasta las patas, tuve que (muy a mi pesar) empezar a tomar pastillas. No suelo enfermarme y cuando lo hago prefiero curarme al natural, pero en vista de lo horrible que es abrigarse en pleno verano, no poder tomar cosas heladas, ni dormir con las ventanas abiertas, tuve que empezar con el tratamiento para pasar por este resfrío en el menor tiempo posible. Claro, con tal suerte que las pastillas infelices me empezaron a causar gastritis.

El miércoles por la noche, resfriado y con gastritis, quedé atrapado en medio de una lluvia torrencial mientras conversaba con unos amigos en la plaza de armas de Piura. Ya me había empujado dos cañonazos y dos barras de gomitas intentando bajarle al dolor de la gastritis, y durante nuestra estadía en la plaza tuve que comprar un paquete de galletas porque el dolor era insoportable. Hacia la medianoche, ya sin lluvia pero aún empapado, me fui a alojar a casa de Nicky, porque a esa hora ni de vainas me regresaba a Sullana. Una última ola de dolor me vino y tuve que apaciguarla comprando una porción de salchipapas en la esquina antes de irme a dormir.

Para rematar hoy, que ha sido cumpleaños de mi mamá, he tragado -como quién no quiere la cosa- cabrito al horno, cerveza, yogurt, cereal, parrillada de pollo, parrillada de carne, dos tortas distintas y gaseosa hasta decir basta...

Después de haber podido manejar mi dieta relativamente bien en los últimos años, me siento mal por andar en estos pasos. Supongo que mi voluntad se estará tomando un descanso o quizá esté en huelga por algún motivo que mi subconciente sabrá decirme eventualmente. Sólo espero que no sea demasiado tarde (o sea cuando pese de nuevo 75 kilos).

P.D. Mañana toca ayuno y mucho, muuuuucho ejercicio. He dicho.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, me he reído con tu itinerario de comida. Qué rica vida! Yo suelo conversar por horas con mi mejor amiga y una botella de dos litros de coca cola. Así que cuando te duele el estómago, le metes más? Yo, cuando siento los dolores de una supuesta gastritis, pues paro una semana con la gaseosa y de ahí sigo con mi vida tranx.

Ya me dieron ganas de comer, realmente! Un versazo, muy divertido! Cuídate un verso!

La gelatina...superior!!!!

Anónimo dijo...

Hum... ¡Y no invitaste al cumple de tu mamá! Te pasas!!!
No comas en exceso, nomás, y disfruta, que lo que ya está adentro, nadie te lo quita...
Beso!!!
Angela

Anónimo dijo...

Alguna vez te juré amor eterno, y la palabra dicha, para gente como nosotros, no va a parar al fondo del mar como diría Bécquer. Te voy a extrañar.

Anónimo dijo...

¿Maga? ¿como la de Cortázar? ^_^
Pos sí, cuando hay dolor por gastritis le meto más comida; cosas suaves, por supuesto.
Y sí ¡Larga vida a las Coca-colas de dos litros, la gelatina en polvo y las comidas altas en grasas saturadas!

Angelilla, te dije que podías venir! de hecho me la pasé en mi cuarto, tragando y escribiendo este post... si hubieras llegado me hubiera medido más con la comida. Me hubieras hecho bien!

Clau, qué decir... Te voy a extrañar como mierda (así, con groserías de por medio). Te voy a extrañar mucho más que la última vez que te fuiste.
Pero ojo! Te tomaré la palabra con lo de las despedidas que son de a deveras, nada de Me voy! y un par de meses después estamos otra vez en la misma cantaleta ;)

Anónimo dijo...

Claro, eso te dije yo, que la próxima vez que uno de nosotros, Tú, yo, David, Angela, Edu, Nando, Sophia, Jose, que fuese de verdad y para siempre. Bueno, esta vez no es para siempre, pero es de verdad. Ya estoy sacando mis papeles de la U (otra vez) y voilá! Esta vez es en serio por dos razones: 1º nació de mi mamá, porque quería verme feliz, yo no hice más que aceptar su oferta. 2ºAhora lo pensé, realmente dudé por un momento en aceptar su oferta, sentí ganas de quedarme por ella. Y me voy triste. Voy a extrañar a mis papás y a la ciudad con todo lo que ella implica, incluyendo uds, claro. Por eso sé que es en serio. Es cierto, yo tb te voy a extrañar màs que la primera vez, y la segunda, y la tercera. :'(

Anónimo dijo...

Angelillo! El próximo fin de semana te caigo (o vemos el modo de estar juntos, a lo mejor con Claudia).

Estoy feliz por la publicación de mi cuento en Magenta, tanto que no se me ocurre pensar que era la primera edición del año, que no tenían más cosas y que por eso han puesto el mío, jejejejejejeje... Fuera de bromas, ¡Mil gracias!

Por otra parte, Lima no está tan lejos... buuuuuuuuuuuuuuuu!!! :'(

Un abrazo, muchachos. Los quiero muchísimo!

Anónimo dijo...

Hey, te he pasado un test MeMe. Mira mi blog.
Un abrazo!
Angela